Opinión

Sesiones virtuales: la visión peronista y un Concejo Pospandemia

Por Daniel Rodríguez (*)

Hoy en día uno ya tiene claro que, guste o no, nuestras vidas individuales en cuanto a costumbres, aspectos culturales, convivencia familiar y actitud social ya no es la misma. Por razones sanitarias y como consecuencia de esta pandemia, no hay ninguna duda de que nada va a ser como era antes; y si nuestra vida no es la misma en lo individual, aparece instantáneamente la necesidad del cambio de reglas en lo colectivo.

Allí está la responsabilidad que tenemos quienes, desde diversos espacios, debemos tomar decisiones que modifican lo general. Ahí estamos los legisladores, en este caso los concejales, que tenemos nuestro deber acotado a un marco municipal en donde se ha avanzado en la aprobación de las sesiones virtuales para el Concejo Deliberante. Esto origina un hecho que se inscribe por primera vez en nuestra historia legislativa, algo impensado hace no tanto tiempo por una gran mayoría de nosotros: la posibilidad de tener sesiones legislativas a distancia.

Este paso institucional tan trascendente no es producto de nuestra creatividad sino, en este caso, de la necesidad que genera la situación que atravesamos; circunstancia que además, en el marco de la visión peronista, cuenta con antecedentes muy fuertes.

En la década del ’40 aparece en la Argentina un general del ejército que se encontró ante la realidad, impulsado por su pueblo, de formar parte del gobierno de la Nación. El esquema geo-político y económico-social local, regional y mundial era similar al actual. No era de naturaleza sanitaria como ahora, sino producido por una cruenta guerra mundial cuyas tremendas consecuencias generaron graves padecimientos económicos y sociales.

Todo ese marco motiva a Perón a la concreción de un decreto impulsando el Consejo Nacional de Posguerra, mediante el cual convoca a todos los argentinos, en sus diferentes áreas de estudio y profesiones, a aportar su conocimiento, su investigación y su experiencia a fin de que de allí salgan las bases programáticas de una nueva Argentina para instalarse en un mundo nuevo.

Creo que la experiencia del Consejo de Posguerra de 1944 debe ser la base para la construcción de un Consejo Pospandemia 2020. Sin lugar a dudas es una experiencia que, con las características que exige la época, merece ser explorada. Nuestra ciudad no debe permanecer exenta ni quedar al margen de la planificación de lo que viene una vez que atravesemos esta turbulencia.

(*) Concejal del Frente de Todos.

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